viernes, 10 de febrero de 2012

Microrelato

                                                            Sara y Sabier.
En un atardecer triste y oscuro meditaba yo devil y abrumado cuándo, escuche un ruido de pronto como si estuviesen llamando suavemente a mi puerta. En ese momento...
Abrí la puerta y era mi amigo Sabier haciéndome burla el salio corriendo y yo le seguí hasta 
su casa allí tuve que subir las escaleras. Una vez allí su madre nos sirvió un plato de macarrones (Que por cierto estaba delicioso). Yo estaba lleno por lo que me fui al patio de su casa y Sabier me siguió, estuvimos un buen rato jugando pero...
Cuándo subimos para beber un vaso de agua la olla estaba a punto de hervir y la apagamos ya que no entendíamos de cocinas. Después me fui a la cama pensando que habían tenido mucha amabilidad con migo.

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