martes, 24 de enero de 2012

El fantasma de la caminería.

El Viejo, como de costumbre, se paseaba por el estacionamiento de la etapa uno de Villas del Ingenio. Eran las 2:35 de la madrugada, le gustaba esa hora para tomar el fresco nocturno, para contemplar el cielo estrellado, a pesar de su miopía, y sobre todo para disfrutar del silencio casi total de esas horas. En un momento que miraba hacia una de las caminerías, la más lejana desde el punto en que se encontraba, observó, por primera vez, la sombra blanca que se deslizaba por ella. La impresión fue muy fuerte, pensó que estaba mayorcito para asustarse, además nunca había creído en fantasma, pero la visión había sido lo más parecido a lo que se suponía era un fantasma, regresó asustado a su casa. Al día siguiente reanudaba su paseo noctámbulo repuesto del susto, pero sin dejar de ver con frecuencia hacia la caminería del fantasma. Aproximadamente a la misma hora del día anterior reapareció la sombra blanca y en esta oportunidad el viejo casi corrió a su casa aterrado. Sin embargo en los días siguientes tuvo el valor para seguir viendo aquella sombra blanca que salía de una caminería se alejaba por donde la había observado “El Viejo” la primera vez y cruzaba hacia otra caminería perdiéndose de vista. No comentó nada con familiares y vecinos para no pasar por loco. Seis días después de la primera aparición "El Viejo" se armó de valor y decidió seguir al Fantasma y al cruzar la esquina donde la sombra diariamente desaparecía tropezó con ella y se oyeron tres gritos: El de la mujer que tenía la túnica blanca abierta al frente, el del hombre que la acariciaba y el del Viejo que solo atinó a pedir perdón y que no volvió a caminar en las madrugadas por temor a los “fantasmas”

No hay comentarios:

Publicar un comentario